En la comunidad extremeña, casi cuatro de cada diez hogares con niños se enfrentan a dificultades para hacer frente a gastos imprevistos, según un análisis de Unicef basado en datos del INE. Además, el 20,6 por ciento no puede mantener una temperatura adecuada en sus viviendas.
Este estudio revela que el 39,6 por ciento de niños y adolescentes en Extremadura están en riesgo de pobreza o exclusión social, una cifra por encima de la media nacional. Además, un 11,5 por ciento de menores viven en hogares con carencias materiales y sociales graves.
Ante esta realidad, Unicef insta a las administraciones a proteger especialmente a las familias jóvenes con hijos, en especial las monoparentales lideradas por mujeres. Se recomienda reforzar la capacitación laboral y la formación profesional, así como fortalecer la protección social para mantener el empleo y los ingresos familiares.
Las medidas propuestas por Unicef deben ser amplias y complementarias a las prestaciones estatales, eliminando obstáculos para llegar de forma efectiva a los hogares más vulnerables. Se hace hincapié en facilitar el acceso y mantenimiento de viviendas en condiciones óptimas, con enfoque en los hogares con niños, a través de ayudas al alquiler y vivienda asequible.
El director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, ha criticado que, a pesar de la favorable coyuntura macroeconómica, se está dejando atrás a los niños en situación de pobreza. España solo destina un 1,5 por ciento del PIB a la protección social de la infancia y las familias, una cifra insuficiente según el organismo.
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