La situación del desempleo en Extremadura continúa empeorando, con un aumento de 5.800 personas sin trabajo durante el primer trimestre, alcanzando un total de 86.700 desempleados. Esto representa un incremento del 7,16 por ciento con respecto al trimestre anterior, lo que sitúa la tasa de paro en la región en un preocupante 17,61 por ciento, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta cifra, aunque es la más baja en un primer trimestre desde 2008, refleja la grave situación laboral que se vive en la región, donde el paro ha subido en la mayoría de los primeros trimestres contabilizados por el INE. Durante este periodo se han destruido 12.000 puestos de trabajo, lo que supone una disminución del 2,87 por ciento en comparación con el trimestre anterior, dejando un total de 405.800 ocupados, la cifra más alta desde 2008.

Por otra parte, el número de activos en Extremadura ha descendido en 6.200 personas en los últimos tres meses, situándose en 492.500 personas al cierre del primer trimestre. Estas cifras reflejan una tendencia preocupante en la región, donde la precariedad laboral sigue afectando a una parte significativa de la población.

A nivel nacional, la situación no es mucho mejor, con un incremento de 117.000 personas desempleadas entre enero y marzo, lo que representa un aumento del 4,1 por ciento en comparación con el trimestre anterior. La ocupación también ha disminuido en 139.700 puestos de trabajo, marcando los peores registros en un primer trimestre desde 2020, con el impacto del Covid-19.

En resumen, el panorama laboral tanto en Extremadura como en el conjunto de España es preocupante, con cifras de paro y precariedad que reflejan la urgente necesidad de implementar medidas para impulsar la creación de empleo y garantizar condiciones laborales dignas para toda la población.