En un acto de solidaridad y humanitarismo, la consejera de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, Sara García, ha anunciado que su comunidad autónoma acogerá a 30 menores migrantes no acompañados en el marco del cupo solidario de 2024. Sin embargo, García ha criticado en duros términos al Gobierno central por lo que considera una "imposición" en este tema.
Durante la Conferencia Sectorial de Infancia y Familia, la consejera ha instado a los ministros Sira Rego y Ángel Víctor Torres a ser "consecuentes" en sus declaraciones públicas y privadas sobre la responsabilidad de la reforma de la ley de extranjería, señalando la necesidad de un diálogo basado en el consenso y no en la imposición unilateral.
Ante lo que califica como una "tragedia humanitaria", Garcíase ha mostrado firme en la posición de Extremadura de ser solidaria, pero ha rechazado cualquier tipo de reparto impuesto desde el Gobierno central. Ha exigido responsabilidades en materia de política migratoria efectiva y en la asignación presupuestaria para hacer frente a esta crisis.
Según García, la falta de reconocimiento de menores migrantes bajo tutela como tales supone un problema adicional en la gestión de esta crisis, recordando casos en los que menores llegados a Extremadura como adultos son luego identificados como menores por pruebas de Fiscalía. La consejera ha llamado a un trato igualitario para todos los menores en situación de vulnerabilidad.
En un gesto de transparencia y empatía, García ha justificado su ausencia en una visita a un centro de menores en Tenerife y ha invitado a los ministros a conocer un albergue en Mérida con capacidad para casi 1.000 migrantes, al mismo tiempo que ha criticado la actitud de los ministros al abandonar la conferencia para atender a los medios de comunicación. En palabras de la consejera, la seriedad, el respeto y la lealtad institucional son valores fundamentales en la gestión de esta crisis humanitaria.
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