En un discurso pronunciado desde el Monasterio de Santa María de Guadalupe, el arzobispo José Rodríguez Carballo expresó su pesar por la marginación que sufre Extremadura, especialmente en el ámbito de las comunicaciones y el campo, señalando que los más jóvenes a menudo se ven obligados a abandonar la región debido al desempleo y las dificultades económicas.
Durante la celebración del Día de Extremadura, Rodríguez Carballo hizo un llamado a no perder la esperanza frente a los problemas y dificultades que enfrenta la sociedad actual.
Entre los asistentes a la eucaristía se encontraban destacadas figuras políticas y eclesiásticas, quienes escucharon la preocupación expresada por el arzobispo acerca de la baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población extremeña, así como su condena a toda forma de violencia, especialmente la de género.
Rodríguez Carballo instó a los responsables políticos a buscar el bienestar de todos los ciudadanos, sin distinciones, y a trabajar juntos para construir una sociedad más justa, fraterna y pacífica.
Con un llamado a pensar en un futuro mejor, el arzobispo recordó las palabras de San Juan Pablo II sobre la importancia del santuario de Guadalupe, donde según el pontífice empezó todo el movimiento guadalupano.
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