El director técnico de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vaca de Extremadura, Miguel Morillo, ha resaltado en una entrevista con Europa Press Televisión que a pesar de que en Extremadura se consume más ovino y porcino, la cultura del vacuno siempre ha estado presente en la región.

Morillo plantea la idea de que quizás se ha dado más importancia al producto más económico y se ha relegado al vacuno de mayor calidad.

La IGP Vaca de Extremadura es un sello reconocido a nivel europeo que garantiza las características propias del ganado criado en la región.

Según Morillo, el ganado se cría al aire libre durante todo el año y se sacrifica a los 48 meses de edad.

El director técnico también destaca que, aunque anteriormente el consumo de vaca no era muy valorado, ahora se ha revalorizado debido a su buena calidad y la gran cantidad de vacas disponibles.

La IGP Vaca de Extremadura también controla el tipo racial del ganado, admitiendo cruces con razas como charolesa o limusina.

Por su parte, un ganadero de La Roca de la Sierra explica que las vacas con sello IGP se alimentan en el campo y se suplementan con piensos naturales en caso de sequía.

Por otro lado, un profesor de la Escuela Superior de Hostelería de Extremadura destaca que la carne de vaca de la IGP tiene un sabor único debido al entorno de la dehesa extremeña.

El profesor afirma que la IGP Vaca de Extremadura ofrece piezas de carne con un sabor y textura características.

Según el profesor, aunque el vacuno mayor puede parecer menos tierno, en una carne de calidad esto no es un problema.

El cocinero destaca que la calidad está en la pieza que se cocina y que la carne certificada ofrece una terneza y sabor superiores.

En resumen, la carne de vaca de la IGP Vaca de Extremadura ha ganado reconocimiento y valor debido a su calidad y al enfocarse en la cría de vacas en la región de Extremadura.