Óscar Fernández Calle, portavoz de Vox en la Asamblea de Extremadura, ha expresado su descontento con el reciente PGEx presentado por el Gobierno regional, afirmando que este no proporciona las garantías necesarias para la comunidad. En su intervención, ha instado de manera insistente a la presidenta de la Junta, María Guardiola, a no "menospreciar" a los cinco representantes de su formación y a los 50,000 votantes que los respaldan en la región.

Fernández Calle argumentó que, si la presidenta continúa con esta actitud, se está "retrantando a sí misma". Recordó que la dinámica parlamentaria es un factor determinante en la gobernanza y que "en el pecado lleva la penitencia", instando al Gobierno a reconsiderar su postura sobre la formación de Vox.

Durante el pleno de la Asamblea, donde se discutía la enmienda a la totalidad presentada por Unidas por Extremadura a los Presupuestos para 2025, Fernández Calle afirmó que la enmienda de la oposición “numéricamente pinta poco”. Esta afirmación la utilizó para criticar la falta de claridad del Gobierno regional en cuanto a las metas y estrategias políticas establecidas en el PGEx.

El portavoz de Vox sostuvo que los presupuestos son una representación de las políticas que un gobierno pretende implementar durante el año venidero. Sin embargo, argumentó que el PGEx para 2025, tal como se presenta actualmente, refleja que el Gobierno regional no tiene objetivos definidos. "Creemos que el gobierno mansea en tabla y que sólo después de picadores realmente se puede venir arriba", expuso, advirtiendo que los cambios hasta ahora operados parecen estar más orientados a la imagen que a una transformación real de la administración.

Fernández Calle también hizo hincapié en que las medidas propuestas hasta el momento por el Gobierno son más un ejercicio de "márketing" que un intento real de abordar los problemas que han persistido tras 36 años de gobierno socialista. Criticó, además, que el Partido Popular continúe implementando políticas heredadas del PSOE, lo que, según su perspectiva, revela un temor infundado a la oposición socialista.

En un tono contundente, el portavoz de Vox, dirigiéndose al PP, sugirió que con la actual izquierda en el panorama regional y nacional no puede haber ambigüedades: "si no te los comes, te comen". Señaló que en el anterior acuerdo de gobierno se establecieron medidas ambiciosas que no han sido perseguidas con la determinación necesaria. Según él, la falta de voluntad del PP es evidente y está afectando negativamente el desarrollo de Extremadura.

Defendiendo la necesidad de un cambio legislativo valiente en la región, Fernández Calle subrayó la importancia de centrar los recursos en lo esencial y reducir el gasto superfluo. Criticó la existencia de redes clientelares que, según él, siguen alimentándose a expensas del presupuesto sin aportar ningún valor a la sociedad.

Además, lanzando un desafío al Gobierno regional, expresó que a pesar de los discursos triunfales y los eslóganes vacíos, no hay sustancia en los presupuestos presentados. Afirmó que Vox no será cómplice de un modelo socialista que ha empobrecido a la comunidad y dejó claro que no se aliará con el PSOE, contraponiendo su postura a la del PP.

En cuanto a las propuestas presentadas en el presupuesto, Fernández Calle opinó que no garantizan nada, criticando la insuficiencia de las reformas fiscales. Aunque reconoció que su partido aprecia el aumento del gasto en áreas como educación y sanidad, instó al Gobierno a hacer un esfuerzo mayor en estos ámbitos, señalando que tales mejoras serían más viables si el PP no temiese a la crítica por parte del PSOE.

El portavoz de Vox condenó las políticas de izquierda, afirmando que conducen a situaciones de pobreza, dependencia y emigración. En un tono desafiante, instó al Partido Popular y al Gobierno a unirse a su partido hacia "una buena dirección", reafirmando que Vox tiene una clara visión sobre el futuro de Extremadura.

Finalmente, Fernández Calle se refirió a unas críticas hechas días atrás por la consejera de Hacienda, Elena Manzano, en las que se cuestionaba si Vox podía dormir con su postura frente a los PGEx. Con ironía, respondió: "A pierna suelta, señora consejera", dejando clara su firmeza ante la situación actual.