En Plasencia, el 29 de julio, se ha anunciado un nuevo esfuerzo por parte de la Diputación de Cáceres y la Fundación Santa Bárbara-Proyecto Hombre para abordar los problemas de adicción en las áreas rurales. Se implementarán Centros de Día itinerantes que permitirán a las personas recibir apoyo sin tener que viajar hasta las ciudades más grandes de la provincia.
El presidente de la Diputación, Miguel Ángel Morales, y el director de la Fundación, Pedro Javier Díez, presentaron esta iniciativa el martes en un acto celebrado en Plasencia. Con el respaldo financiero de la institución provincial, estos centros buscan acercar la atención a las comunidades locales con el fin de ofrecer un servicio integral a quienes enfrentan problemas de adicción, así como brindar apoyo a sus familias.
El programa propone establecer centros de atención en diversas localidades, como Caminomorisco, Coria, Valencia de Alcántara, Navalmoral de la Mata y Trujillo. La intención es ofrecer recursos que sean accesibles y cercanos para los moradores de la provincia que enfrentan estos desafíos.
Morales enfatizó la importancia de que los pueblos cuenten con espacios dedicados a la terapia, permitiendo que las personas buscadoras de ayuda no tengan que desplazar distancias largas. "Se trata de acercar los recursos a las comunidades, asegurando que todos aquellos que lo necesiten encuentren apoyo en su entorno“, expresó.
Esta iniciativa también subraya el compromiso de la Diputación de proporcionar servicios adecuados para el bienestar de los habitantes del medio rural, garantizando que las personas más vulnerables tengan el respaldo necesario para llevar una vida digna y feliz.
El objetivo de los Centros de Día es abarcar distintas zonas de la provincia, asegurando que la atención esté al alcance de aquellos que la requieran sin tener que viajar más de 40 kilómetros. Esto se traducirá en una atención más efectiva y personalizada para una mayor cantidad de personas.
Los espacios ofrecerán una variedad de actividades, incluyendo talleres de educación en salud y valores, charlas informativas, así como orientación laboral y desarrollo de habilidades sociales. Esta metodología se ha diseñado para fomentar un ambiente de aprendizaje y apoyo mutuo, creando una red de recursos comunitarios.
Díez también ha señalado que actualmente existe una tendencia hacia la normalización de las personas con adicciones, alejándose de estigmas pasados. A diferencia de los años 80, donde prevalecían perfiles con problemas físicos, el enfoque se ha modificado para adaptarse a las realidades actuales, resaltando que las terapias deben ser más flexibles y compatibles con la vida cotidiana de los afectados.
El director de la fundación destacó que muchas personas que buscan ayuda desean continuar trabajando y cuidando de sus familias mientras reciben el tratamiento necesario. Por este motivo, es fundamental que las opciones de ayuda se ofrezcan de una manera que integre armónicamente el bienestar personal y familiar.
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