El panorama económico en Extremadura ha mostrado una tendencia al alza en el Índice de Precios de Consumo (IPC) durante el mes de julio, alcanzando un 3,2% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este dato, publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), representa un aumento de cinco décimas respecto a la tasa del mes anterior, lo que refleja un crecimiento sostenido en la región.
En los últimos dos meses, los precios en Extremadura han continuado aumentando, aunque se observa una ligera disminución mensual del 0,4%. A lo largo de 2024, la inflación ha acumulado un incremento del 2,1%, lo que genera preocupaciones sobre el acceso a bienes y servicios básicos por parte de la población.
Entre los sectores más afectados por este repunte de precios se encuentra la vivienda, que ha experimentado un aumento del 12,1% respecto a julio de 2024. También se han registrado incrementos significativos en productos como bebidas alcohólicas y tabaco (4%), así como en restaurantes y hoteles (3,9%), entre otros bienes y servicios, que crecieron un 3,2% más.
Por otro lado, la única categoría que ha visto una caída interanual en sus precios ha sido la del transporte, con un descenso del 0,3%, lo que sugiere una leve relajación de costos en este sector.
A nivel nacional, el IPC también ha mostrado signos de aumento, con una subida de cuatro décimas, situándose en un 2,7% en julio. Este incremento se ha asociado a un efecto base relacionado con la reducción de los precios de la electricidad en el mismo mes del año anterior, además del encarecimiento de los carburantes, aunque en menor medida.
Con este incremento interanual en julio, la inflación ha visto un repunte en dos meses consecutivos, tras un aumento de tres décimas en junio que la llevó a un 2,3%. El INE ha señalado que el crecimiento del IPC está impulsado fundamentalmente por el aumento en los precios de la electricidad y, en menor medida, por los combustibles.
En cuanto a la vivienda, este grupo ha visto crecer su tasa anual en 2,5 puntos, alcanzando un 6,7%, debido al repunte en los costos de electricidad en comparación con el descenso del año pasado, mientras que el transporte también ha aumentado su tasa anual, aunque de manera más sutil, hasta el 0,2% por el encarecimiento de carburantes.
La Ministra de Economía ha destacado que este comportamiento de la inflación es indicativo de un dinamismo significativo en la economía española, la cual sigue siendo un motor de crecimiento en Europa. Ha subrayado que la estabilidad de precios, la creación de empleo récord y el aumento salarial permiten a las familias mejorar su poder adquisitivo de manera gradual.
Por último, la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y productos energéticos, aumentó ligeramente, alcanzando el 2,3%, lo que queda por debajo del índice general. El Departamento de Economía también ha indicado que los precios de los alimentos no elaborados han tenido un impacto a la baja en el índice, destacando que el precio del aceite de oliva ha disminuido un 50% desde su pico en 2024, alineándose con los precios de 2022 antes de las condiciones climáticas adversas que afectaron la producción.
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