En un interesante desarrollo hacia la protección del medio ambiente y el ordenamiento territorial, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en la Comandancia de Cáceres ha iniciado una exhaustiva investigación en el área del término municipal de Torre de Santa María. Este operativo se lleva a cabo tras detectar irregularidades en diversas construcciones de naturaleza diversa que podrían implicar serias infracciones en materia de delitos urbanísticos.
A lo largo del presente año, los agentes han llevado a cabo una revisión de 14 proyectos edificatorios en esta localidad, identificando obras que incluyen desde cuartos de aperos y viviendas unifamiliares hasta la ampliación de edificaciones antiguas, naves industriales y chalets. Alarmantemente, muchas de estas construcciones estaban desprovistas de los permisos y la documentación necesarios para asegurar su legalidad.
Durante el proceso de investigación, el Seprona no solo se limitó a recoger datos de las obras en cuestión; también realizó un análisis profundo de la información proveniente de las entidades competentes. A partir de este exhaustivo análisis, se concluyó que varias de las edificaciones no cumplían con la normativa urbanística vigente, lo que las convertiría en legítimamente ilegales.
Este largo proceso investigativo ha revelado información crucial: múltiples construcciones en el área investigada podrían considerarse no autorizables, lo que podría señalar la comisión de delitos urbanísticos. La Guardia Civil ha emitido un comunicado de prensa destacando los hallazgos significativos de esta investigación.
Como resultado de las indagaciones, se han formalizado diligencias en contra de un total de 10 personas, compuestas por siete hombres y tres mujeres, quienes están siendo investigadas por su presunta participación en delitos contra la ordenación del territorio. Estos casos serán transferidos a la autoridad judicial competente en la provincia de Cáceres.
Las implicaciones de estos delitos son severas y están tipificadas en el Código Penal, abarcando penas de prisión que oscilan entre un año y seis meses hasta un máximo de cuatro años, además de multas que pueden variar entre doce y veinticuatro meses de duración. Si se determina que el beneficio obtenido a partir del delito es superior al monto establecido, las multas podrían ascender de uno a tres veces el monto del beneficio ilegal obtenido, incluyendo posibles inhabilitaciones especiales para ejercer profesiones específicas por un período de entre uno y cuatro años.
La actuación del Seprona, que se extendió a lo largo de un año, subraya el compromiso de la Guardia Civil con la protección del medio ambiente y la promoción de un desarrollo territorial sostenible en la comunidad. En este sentido, no solo busca sancionar conductas ilícitas, sino que también tiene la intención de educar a la población sobre la relevancia de cumplir con las normativas urbanísticas vigentes.
La Guardia Civil ha querido recordar que la violación de las leyes urbanísticas no se limita a ser un simple incumplimiento; por el contrario, puede conllevar "graves consecuencias legales" y un "impacto negativo" en el desarrollo ordenado de los municipios. En este sentido, se ha instado a la ciudadanía a informarse adecuadamente y a actuar conforme a las regulaciones establecidas en cualquier proyecto de construcción para asegurar un desarrollo armónico y equilibrado de sus comunidades.
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