Este sábado 5 de julio, cinco comarcas de Extremadura han sido objeto de un aviso amarillo por las elevadas temperaturas que se pronostican, alcanzando los 38 grados en algunas localidades. Este fenómeno es parte de un patrón más amplio que afecta a gran parte del país, donde la lucha contra el cambio climático se hace cada vez más urgente.
Las áreas de Vegas de Guadiana, La Siberia Extremeña, así como el Tajo y Alagón serán las más afectadas por este calor extremo. En el norte de la provincia de Cáceres, las temperaturas también se verán elevadas, aunque no tanto, ya que se esperan máximas de 36 grados. Este aviso se activará a la 1 de la tarde y se mantendrá hasta las 9 de la noche, según lo comunicado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
A nivel nacional, 35 provincias estarán bajo distintas alertas por fenómeno meteorológico adverso, incluyendo calor, lluvias, tormentas y vientos fuertes. Entre ellas destacan los avisos en Huesca y Lleida, donde se prevén tormentas intensas, así como en ciudades como Córdoba y Jaén, que también tendrán que lidiar con olas de calor considerable.
Un punto de atención se centrará en la Comunidad de Madrid, donde se anticipa un aumento de temperaturas coincidiendo con la celebración del desfile del Orgullo. Se pronostica que los termómetros marquen 36 grados, lo que reforzará la necesidad de que la ciudadanía tome precauciones justamente en un evento tan concurrido.
Las alertas por calor se extenderán a otras provincias, como Granada, Sevilla, Zaragoza, y en las Islas Baleares, incluyendo Mallorca, Ibiza y Formentera. Este clima extremo no es solo una cifra en el termómetro, sino un llamado a la acción frente a los efectos del calentamiento global.
Además, la Aemet ha señalado que algunas zonas también sufrirán las consecuencias de lluvias y tormentas, especialmente en Huesca, Teruel y Zaragoza, donde se esperan condiciones meteorológicas severas. Este panorama ilustra la necesidad de un enfoque integral sobre cómo lidiar con fenómenos climáticos que se están volviendo cada vez más frecuentes.
En la mitad norte y este de la península, la inestabilidad del ambiente se hará presente con una notable nubosidad y posibles precipitaciones. La tarde de este sábado traerá consigo tormentas en diversas áreas montañosas, así como chubascos en los Pirineos y el norte del Sistema Ibérico. En Canarias, por otro lado, se anticipan cielos despejados en el sur y algunas nubes en el norte.
Con respecto a las temperaturas, se espera un ligero aumento en el sureste y las Baleares, mientras que en otras regiones los termómetros podrían descender ligeramente. Sin embargo, se pronostica que tantas áreas mantendrán temperaturas significativamente altas, superando los 34-36 grados, lo cual plantea un desafío importante para la salud pública en el contexto actual.
Las mínimas, por su parte, tampoco indicarán cambios sustanciales y es probable que se mantengan por encima de los 20 grados en diversas regiones del noreste peninsular y en la mitad sur. Este hecho subraya la necesidad urgente de abordar las causas subyacentes del cambio climático, ya que las noches calurosas también afectan la calidad de vida de las personas y ecosistemas.
Finalmente, es preciso mencionar que en la Península y Baleares se presentarán vientos de intensidad variable, predominando del norte en las regiones del norte y de dirección suroeste en las zonas del sur. Se esperan rachas fuertes relacionadas con las tormentas en la mitad norte, mientras que en Canarias los alisios moderados podrían intensificarse, destacando la importancia de estar alerta ante las inclemencias del tiempo.
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