El pasado 1 de noviembre, un suceso conmovedor tuvo lugar en el municipio pacense de Calera de León, donde la valentía de los cuerpos de emergencia brilló en medio de una difícil situación. La Guardia Civil se convirtió en la salvadora de una mujer de Madrid que, tras intentar rescatar a su perro, cayó en un pozo de agua de aproximadamente cinco metros de profundidad.

Los agentes de la Guardia Civil de Fuentes de León fueron alertados en la tarde del incidente, cuando se notificó que una persona había caído al fondo de un pozo tras el sacrificio de intentar salvar a su leal compañero canino, que había caído antes en el mismo lugar.

Al llegar al lugar del suceso, los agentes descubrieron a una mujer y a su perro dentro del pozo. La mujer, angustiada por la situación, se encontraba aferrada a un cable metálico en un intento desesperado de mantenerse sobre la superficie del agua. La escena era tensa y la vida de ambos estaba en grave peligro.

Frente a esta situación crítica, los agentes de la Guardia Civil rápidamente establecieron un operativo de rescate. Utilizando mantas y sábanas, crearon una línea de vida para ayudar a la mujer a mantenerse a flote hasta que se pudiera llevar a cabo un rescate más efectivo.

Con el apoyo de bomberos de Villafranca de los Barros, que acudieron con escaleras y cuerdas, el equipo de rescate logró sacar primero al perro, quien dificultaba el movimiento de su dueña en el estrecho pozo. Posteriormente, se llevó a cabo la operación para rescatar a la mujer, que mostró signos evidentes de fatiga y de hipotermia debido al tiempo que había pasado sumergida.

El personal médico que llegó al lugar atendió inmediatamente a la mujer, cuya situación era preocupante. Las informaciones preliminares sugieren que el perro se precipitó al interior del pozo y que, al intentar salvarlo, la mujer se apoyó en un cable metálico y en algunas maderas que no ofrecieron la resistencia necesaria, provocando su caída también.