La Diputación de Cáceres ha finalizado la restauración del antiguo centro social en el municipio de Botija, y lo ha preparado para ser utilizado como Centro de Interpretación del Castro Villasviejas de Tamuja: un lugar cuyo origen se remonta al siglo IV a.C. Además, esta zona arqueológica, que está a solo tres kilómetros de la ciudad, ha sido declarada Bien de Interés Cultural en la que se incluyen tres necrópolis de la Segunda Edad de Hierro.

La construcción del Centro de Interpretación es una iniciativa que pretende resaltar el valor arqueológico de la zona, y el antiguo centro social ha sido restaurado para acomodar la nueva función. Durante la restauración, se llevaron a cabo trabajos de consolidación y muros de carga, se creó una escalera, se construyó una nueva cubierta y se agregaron adiciones pasivas de eficiencia energética. El diputado provincial de Infraestructuras, Fernando García Nicolás, explicó que "se pretende conseguir una economía más limpia y sostenible y contribuir a la conservación del medio ambiente y el patrimonio cultural".

El proyecto ha sido financiado por la Estrategia DUSI 'Plan de Municipios Sostenibles de Cáceres', con un presupuesto de 135.145 euros. El 80% de la financiación provino del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), mientras que la institución provincial aportó el 20% restante.