El 15 de mayo, Mérida se convierte en el escenario de una intensa protesta cuando las diversas organizaciones sindicales que forman parte de la Mesa Sectorial de Enseñanza decidieron llevar a cabo un encierro en la Sala de Juntas del emblemático edificio III Milenio. Esta acción surge como respuesta a las significativas discrepancias que se han puesto de manifiesto en las recientes negociaciones sobre la homologación salarial de los docentes de la región.

Con esta contundente medida, los sindicatos buscan presionar a la Administración autonómica para que ajuste las ofertas salariales a las "cantidades mínimas imprescindibles". Este principio es vital para que las negociaciones se encaminen hacia una homologación que refleje la media salarial del colectivo docente a nivel nacional, argumentan los representantes del sector educativo.

Los representantes de los docentes extremeños han dejado claro que las propuestas actuales no son aceptables. Insisten en que la Consejería de Educación debe presentar una oferta que cumpla con los parámetros establecidos en el Plan de Homologación Salarial Docente, un acuerdo respaldado por todos los grupos parlamentarios en la Asamblea de Extremadura, según informaron los sindicatos en un comunicado.