En Mérida, el 16 de mayo, la política extremeña se sacudió por las declaraciones del portavoz del PP, José Ángel Sánchez Juliá. Este criticó enérgicamente la reciente decisión del secretario general del PSOE regional, Miguel Ángel Gallardo, de buscar un escaño en la Asamblea, sugiriendo que su motivación está ligada a un intento de protegerse legalmente ante la justicia.

Sánchez Juliá no dudó en calificar esta acción como una “confesión de culpabilidad encubierta”, en el contexto de la polémica sobre la contratación del hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Diputación de Badajoz. Aseguró que Gallardo está intentando asegurarse un estatus de aforado que lo blinde de las consecuencias legales que pueda enfrentar en la situación actual.

El portavoz 'popular' manifestó su indignación al afirmar que el líder socialista busca esconderse tras su nuevo anuncio, realizado en horas inusuales, y con el trasfondo de un juicio por venir. “¿Qué es lo que realmente teme?”, cuestionó Sánchez Juliá, demandando explicaciones claras sobre los motivos de esta intempestiva decisión de Gallardo.

El tono provocador de sus palabras se intensificó al preguntar: “¿A qué le tiene tanto miedo? Es curioso que busque un escaño justo cuando se aproxima al banquillo de los acusados”. Para Sánchez Juliá, esto es un claro intento del secretario del PSOE en Extremadura de blindarse ante cualquier posible acción judicial.

Sánchez Juliá también destacó las inconsistencias en la postura de Gallardo, acusándolo de contradicciones que socavan su credibilidad. Recordó cómo el dirigente socialista había firmado un código ético que prometía su salida del partido en caso de un juicio oral, y cómo, tras modificar las reglas, ahora se presenta en la Asamblea a pesar de haber declarado que no lo haría hasta que su situación legal se resolviera.

El portavoz del PP expresó su incredulidad ante el escenario que se presenta: “Gallardo parece estar jugando a la ruleta rusa. ¿Por qué anunciar su entrada en la Asamblea si todavía no tiene claro quién renunciará para que él ocupe el puesto?”, inquirió. Los aspectos oscuros de esta negociación y la falta de claridad en el proceso solo incrementan las dudas de los ciudadanos sobre lo que realmente está en juego.

Finalmente, Sánchez Juliá lamentó que esta situación represente un escándalo en la política nacional, describiendo la conducta de Gallardo como un uso de artimañas cuestionables en medio de un proceso judicial. Criticó la utilización de estrategias engañosas en un contexto tan delicado, alegando que lo que empezó como un escándalo por la contratación del hermano de Pedro Sánchez se ha convertido en un intento encubierto de evasión judicial por parte de Gallardo.