El PSOE de Extremadura ha enviado un claro mensaje al Gobierno de Sánchez, afirmando que no tolerarán chantajes por parte de ninguna otra comunidad autónoma en las negociaciones del nuevo modelo de financiación autonómica. Esto surge luego de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sugiriera la posibilidad de otorgar un trato especial a Cataluña en este tema.

La federación extremeña ha expresado su rechazo a que la financiación autonómica se convierta en una moneda de cambio en las negociaciones territoriales, y han reafirmado su oposición a revivir experiencias pasadas como el pacto fiscal propuesto por la Generalitat de Cataluña en tiempos de Mariano Rajoy.

Varias federaciones autonómicas socialistas, incluyendo la de Castilla-La Mancha, han mostrado su rechazo a este tratamiento especial, sosteniendo que sería un precio demasiado alto por mantener un equilibrio.

El Gobierno socialista de Asturias defiende una negociación multilateral para cualquier modificación futura del sistema de financiación, reconociendo las necesidades individuales de cada región.

En este ambiente de debate, los socialistas andaluces y murcianos también han expresado sus posturas, defendiendo la excelencia en la calidad de los servicios públicos para todas las comunidades autónomas.

Por otro lado, diversas comunidades autónomas lideradas por el PP han criticado las propuestas de Montero, abogando por una negociación multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El presidente valenciano ha calificado como una humillación el tratamiento especial propuesto, mientras que desde Galicia se defiende la necesidad de negociar en igualdad de condiciones para todas las regiones.

En conclusión, la tensión entre las diferentes comunidades autónomas y el Gobierno central parece aumentar a medida que se discute el nuevo modelo de financiación autonómica, con cada región defendiendo sus intereses y demandando un trato justo y equitativo.