MÉRIDA, 26 de agosto. La preocupación por la protección de la flora y fauna en Extremadura se intensifica tras el reciente descubrimiento de un caso de caza furtiva en la localidad pacense de Azuaga, donde la Guardia Civil ha identificado a dos residentes como posibles responsables de la muerte de tres muflones en una propiedad privada del municipio de Monterrubio de la Serena.

La investigación, que dio inicio a principios de julio, se originó a partir de la denuncia del propietario de la finca, quien alertó sobre la presencia de cazadores ilegales que estaban causando un deterioro en la fauna cinegética de su terreno. Este acto de valentía del propietario ha sido clave para desmantelar esta actividad ilícita.

Los esfuerzos de la Guardia Civil, en colaboración con la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Castuera, llevaron a la identificación de un vehículo sospechoso en la zona. Al percatarse de la presencia de la autoridad, los ocupantes del vehículo intentaron huir, abandonándolo en una finca vecina.

A través de las investigaciones, que incluyeron la recolección de pruebas y la revisión de grabaciones, se concretó la implicación de dos individuos de Azuaga, quienes, tras escalar en varias ocasiones a la propiedad, habrían utilizado un rifle para disparar a los muflones, llevándose los trofeos que les parecieran atractivos y dejando los cuerpos de los animales en el lugar, un terreno con un régimen especial de protección, según informó la Guardia Civil en comunicado oficial.

A mediados de agosto, las pruebas recopiladas condujeron a la formalización de cargos contra estos individuos por un delito relacionado con la protección de la flora y fauna, específicamente por cazar muflones sin la debida autorización, una acción tipificada en el artículo 335 del Código Penal, cuyos antecedentes ya han sido enviados al Juzgado de Instrucción de Castuera.

En una operación distinta, pero igualmente preocupante, la Patrulla del SEPRONA de Herrera del Duque ha iniciado diligencias contra otros dos vecinos de Fuenlabrada de los Montes, quienes fueron sorprendidos cazando de manera ilegal en una zona prohibida del término municipal de Garbayuela. Según reportes, estos individuos habían estado alimentando a los animales en días anteriores para facilitar su captura, lo que agrava aún más la gravedad de su conducta.