El pasado viernes, en Cáceres, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Morales, resaltó el notable interés que ha suscitado tanto la serie de conferencias como la exposición titulada 'Embrujo. Los mundos de Miguel de Molina', en el marco de la segunda edición del programa 'Tiempo Negro', impulsado por el Área de Memoria Histórica y Democrática de la institución.

Morales indicó que la exposición, resultado de una exhaustiva investigación sobre la vida del artista Miguel de Molina, quien sufrió la represión del franquismo, ha atraído a más de 2.000 visitantes. Este evento inaugural en Cáceres, que marcó el inicio del periplo de Molina en el exilio, se trasladará próximamente a diferentes localidades de España.

Las conferencias han sido un componente vital del programa, con una asistencia casi completa. Entre los oradores destacados se incluyen a Stéphanie Demange, quien habló sobre los diarios de Molina en su exilio; Ramón Soler, quien exploró la relación entre el siglo XX, el cante y la copla; y Fernando Olmeda, que ofreció la ponencia 'Memoria LGTBI: verdad y pedagogía contra el desprecio y el olvido'. Además, se presentó la reimpresión del Romancero Gitano de Federico García Lorca, acompañada de las litografías de Carles Fontseré, un homenaje que refuerza el vínculo con la cultura y la memoria colectiva.

El clímax de esta edición se vivió con la actuación de la cantante Pilar Boyero y el actor Manuel Bandera, en el concierto 'Diálogos prohibidos. De Molina a Solana'. Este evento atrajo a un considerable número de asistentes, convirtiéndose en un emotivo tributo a la figura de Miguel de Molina.

Morales enfatizó la relevancia de iniciativas como 'Tiempo Negro', subrayando que sirven como un llamado de atención a diversas generaciones sobre la importancia de valorar y preservar los principios de democracia, libertad y respeto. Esta propuesta busca no solo recordar el pasado, sino incitar a una reflexión crítica sobre el presente y el futuro de nuestra sociedad.