En un giro significativo en la política ambiental de la región, la presidenta de Extremadura, María Guardiola, ha revelado este viernes la intención de su Gobierno de implementar una disminución progresiva en el impuesto sobre instalaciones que afectan al medio ambiente, comúnmente conocido como 'ecotasa', aplicable a la central nuclear de Almaraz. Esta decisión se produce en el contexto de las negociaciones presupuestarias, impulsadas por la presión del partido Vox.

Durante su intervención en el Foro Nuclear, organizado por el medio 'Okdiario', Guardiola explicó que la finalidad de esta reducción es garantizar la continuidad de operaciones de la central de Almaraz, resaltando la importancia de la instalación en el panorama energético regional.

Con detalles económicos en mano, la presidenta 'popular' estima que esta reforma fiscal podría traducirse en un alivio financiero de aproximadamente 15,5 millones de euros para 2027, que ascendería a 27 millones en 2028 y superaría los 45 millones hacia 2029, lo que podría tener repercusiones significativas en el entorno económico de la región.

Esta decisión se enmarca en un contexto de creciente presión por parte de Vox, que ha priorizado la reducción de la ecotasa como uno de los puntos esenciales para alcanzar un acuerdo sobre los Presupuestos del próximo año, lo que pone de relieve la influencia de la extrema derecha en las decisiones políticas del Gobierno regional.