Durante su intervención en la Convención de Turespaña celebrada en Cáceres, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayó la necesidad de encontrar un equilibrio entre el turismo y la vida cotidiana de los residentes, enfatizando que "el turismo no puede llevarse nuestros barrios".

En este evento, Sánchez reveló la creación de un Observatorio de la Vivienda Turística, cuyo propósito será la elaboración de un atlas sobre la intensidad turística en diferentes localidades. Este esfuerzo busca abordar el impacto del turismo en el coste de vida y asegurar una mejor convivencia entre los visitantes y los residentes, especialmente en aquellas áreas que sufren la saturación del turismo.

El mencionado observatorio será aprobado en la próxima reunión del Consejo de Ministros y forma parte de la 'Estrategia España Turismo 2030: Cuidando el futuro', que se presentó oficialmente en la convención, donde participaron cerca de mil representantes de diversas instituciones y empresas del sector turístico.

Sánchez destacó que esta estrategia es el resultado de un consenso establecido entre casi 300 organizaciones del ámbito público y privado. Esta colaboración incluye a empresas turísticas, sindicatos y universidades, reflejando una legitimidad y compromiso del sector en la búsqueda de soluciones efectivas.

Además, el presidente hizo hincapié en la "transversalidad" de este enfoque, ya que las 50 medidas contempladas afectan a varios ministerios y organismos de la Administración General del Estado. También resaltó la importancia de incorporar la innovación digital y tecnológica como parte fundamental de esta estrategia, así como la atención a la "emergencia climática" y su incidencia en el turismo.

En su discurso, Sánchez compartió datos sobre el turismo en España, que alcanzó la cifra de 94 millones de turistas en 2024 y tuvo un verano sobresaliente en 2025, representando el 12,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 13,2% del empleo total del país. Sin embargo, manifestó que "no debemos permitirnos morir de éxito".

El presidente advirtió sobre los desafíos que esta popularidad conlleva, como la gentrificación, que afecta al 27% de las ciudades turísticas. Este fenómeno, ligado al aumento de alojamientos turísticos, ha dificultado el acceso a viviendas asequibles para muchas personas en municipios que experimentan una afluencia turística desmedida. "El turismo puede dar vida a nuestras ciudades, pero no debe vaciarlas de sus barrios", concluyó Sánchez.

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