En Mérida, a 15 de octubre, se ha dado un vuelco significativo en la investigación de la muerte de una mujer de 46 años en La Codosera, quien perdió la vida tras ser atropellada por su esposo, de 43 años. Nuevos testimonios sugieren que este trágico suceso podría estar relacionado con un posible caso de violencia de género, al tiempo que se mantienen los indicios de homicidio doloso que se habían explorado originalmente.

Informes de la Guardia Civil han revelado este cambio en la dirección de la investigación, lo que contradice las afirmaciones iniciales del delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, quien había señalado que el incidente se originó en una disputa familiar. Este nuevo enfoque se basa en la naturaleza de la relación entre el agresor y la víctima, lo que ha llevado a las autoridades a re evaluar el caso bajo el prisma de la violencia de género.

Desde la Delegación del Gobierno, se reconoce que las primeras teorías estaban fundamentadas en la información disponible en el momento, aunque los recientes testimonios han provocado una revisión considerable del caso. A la vez, se continúa considerando la posibilidad de homicidio doloso, en línea con las preocupaciones iniciales sobre una “disputa familiar” que involucraba a los hermanos de la mujer fallecida y al matrimonio.

Es importante subrayar que el esposo de la víctima fue detenido sin resistencia mientras él mismo reportaba el hecho en la calle Enrique Tierno Galván de La Codosera. Esta situación ha suscitado la intervención del Ministerio de Igualdad, que está recopilando información en torno a lo sucedido, tratando de establecer si se trata efectivamente de un caso de violencia de género. De confirmarse esta hipótesis, el trágico saldo de mujeres asesinadas en lo que va del año ascendería a 30, y a 1.325 desde 2003.

La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha proporcionado esta actualización a través de sus plataformas en redes sociales, reafirmando que, si se confirma la naturaleza de este caso como un asesinato por violencia de género, este sería el tercer feminicidio en el año 2023 en la región de Extremadura, un tema que resuena con una preocupante urgencia en la lucha contra este tipo de violencia.