En la jornada del 23 de octubre, en Mérida, se ha dado un nuevo giro en la política extremeña con la presentación de una enmienda a la totalidad por parte del Grupo Parlamentario Vox ante el proyecto de Presupuestos Generales de Extremadura (PGEx) propuesto por la Junta. Este acto surge de la contundente crítica del partido, que considera que estas cuentas reflejan los intereses de una "minoría" y no de la población en su conjunto.

Óscar Fernández Calle, portavoz de Vox en la Asamblea, no ha escatimado en reproches hacia la presidenta de la Junta, María Guardiola, señalando que su actitud frente a las propuestas del partido ha sido despectiva y poco receptiva. "Presentamos esta enmienda porque sentimos que es absolutamente necesaria ante la falta de diálogo por parte del gobierno", declaró Fernández Calle, insistiendo en que las gestiones no representan a la mayoría de los ciudadanos extremeños.

El portavoz expuso que la semana pasada se envió un documento a la Junta en el que se solicitaba una transformación total de las políticas en la región, un cambio que, de lograrse, podría permitir a Vox ofrecer su apoyo a los presupuestos. Sin embargo, lamentó que la respuesta recibida haya sido más de ataques que de propuestas constructivas.

La situación se tensa en la Asamblea, donde el futuro de los presupuestos y la viabilidad del diálogo entre partidos se percibe comprometido. La controversia deja al descubierto las divisiones en la política regional y plantea un importante debate sobre la representación y las prioridades en Extremadura.